miércoles, 22 de diciembre de 2010

-Kamith Clarisse Nixie- dijo el profesor de educación física.
Escuché a un grupo de compañeros reírse, pero ya que más daba me había acostumbrado a las risas...
-Presente-dije de mala gana (que ya me haya acostumbrado , no quiere decir que no me moleste), y me levanté a a entregar el trabajo de la importancia de EL DEPORTE.
-Bien, ahora tengo una reunión así que, les pido que hagan algún deporte o algo recreativo-dijo lo último con énfasis.-de lo contrario, si andan molestando a los demás compañeros que están en clase recibirán un castigo, no me importa si solo sea por uno de ustedes todos lo pagarán.

Al irse el profesor, todos nos dirigimos al curso. Unos estaban adelantando los deberes para el otro día y otros molestando, yo me dirigí al baño, vi mi rostro en el espejo, mi color de piel no se acercaba para nada al blanco, era de color crema o canela mm, no lo se, solo sabía que no era blanco, pero era diferente hoy estaba el cielo oscuro y nada parecía cuerdo, la luz que el día tenía era diferente, creo que estaba loca ya que nadie lo había mencionado, en el espejo vi a una chica salir de los baños que estaban a mi espalda, esa chica era tan hermosa que me bajo el autoestima, pero continué con mi tarea de desenredar mi cabello, me gire para entrar al baño pero no la vi, es decir la veía en el espejo pero no la veía detrás de mi, jadeé, me alejé del espejo, corrí lo más fuerte que pude, pero para mi mala suerte al salir corriendo del baño, choqué con el profesor, era un alivio ver algo que todos podían pero esto me daría un castigo, o unos puntos menos...

-Señorita Clarisse- dijo en ese tono que sabías que sucedería algo, y no sería bueno.
-Lo, lo siento, profesor, no...no me fijé- tartamudeé.
-Lo siento más porque esto le costará unos puntos en conducta, si me acompaña sería mejor para que conste que yo no juego-
-No hace falta-murmuré.
-Bien, entonces dígales a sus compañeros que esto les sucede a los estudiantes que no cumplen  las reglas.

El resto del dia fue normal, y normal quiero decir que estuvo cuerdo. A excepción de las clases de Matemáticas que el licenciado nunca faltaba ese día faltó,estaba en reunión, pero mandó un deber.

-Hey!! Clarisse espera, oí lo que te pasó-una voz se acercaba, era Joseph.
-Aja, todo el mundo se enteró, me sorprendería que en Italia no se hubiesen enterado ya-
-Woow!, no quise decir eso y lo sabes-alzó las manos -solo quiero decir que lo siento, que debió haber ocurrido algo para que empujaras al viejo de educa, cierto?- preguntó- tu no eres de las que pelea, y mucho menos con algun profesor para demostrar que tan fuerte eres, como él dijo.
Me detuve en el pasillo de Inspección.
-De qué estas hablando? Fue mi culpa, lo admito, lo me equivoqué-sonreí nerviosamente, nunca podía descifrar lo que los ojos de Joseph querían transmitir, pudiera ser que aquellos ojos azul-mar quisieran besarte o burlase de ti, si me preguntan la segunda es mi elección.
-No tienes que fingir conmigo-susurré- si hiciste otra apuesta te prometo que te ayudaré, pero no finjas de nuevo...
-Mmmm, no es eso, es que tengo una suspensión y creo que si hacemos algo juntos como para que nos levanten el castigo sería estupendo no lo crees?
-No, a ti te suspendieron, y a mi me bajaron en conducta, es distinto sabes?
-Si, pero eso no quita que puedas ayudarme y asi en las juntas de curso nos ayuden subiéndonos el puntaje.
Me moví incómoda..
-De acuerdo,
-Bien, por cierto-se arrimó contra la pared, luciendo sus 1.75 metros, una camiseta celeste que destacaba sus ojos, y un jean negro, y converse nuevas-puedo preguntarte algo?
Y lo vi venir, esa voz lo anunciaba, comencé a caminar...
-Nos vemos luego Joseph-agité la mano y me apresuré a bajas las gradas hacia el patio principal-
-Espera!! y me alcanzó de inmediato-luciendo un poco nervioso-puedo solo hacerte una pregunta?
-No! en realidad estoy apurada, lo siento-me disponía a correr, pero supongo que Joseph lo vio antes y decidió agarrar mi mano, luciendo aun más nervioso...
-Necesito en realidad hablar contigo-
-Pero podemos hacerlo otro día, en verdad estoy ocupada-
-No mientas..
-No estoy... antes que pudiera objetar algo, se paró delante de mi, ahora su rostro era una confusión, pasó la otra mano por su cabello negro, frustrado,-vale, solo necesito una respuesta, y te prometo que te dejo ir-
-Rápido-dije en tono neutral estaba empezando a molestarme, no me gustaba que la gente me tocara, pero con él era diferente, aun así no quería que se me acercara y era por los trastornos que le dejaba a mi vida siempre que el pasaba a mi lado.
-Tu, me has perdonado?
-Yo-dudé, y decidí que era hora de que se acabara-si, lo he hecho, no se puede vivir con odio hacia alguien... Él se agachó, para poderme ver bien, sus ojos azules eran hermosos, pero decidí hacerme la qu no me importaba, y eso No debería importarme.
-Mmm, espero que así sea, recuerda que se cuando mientes-
-Bien, me voy, coméntame si deseas que te ayude vale?
-Claro, claro-soltó mi mano y se quedó pensativo-pero te dije que quiero que me ayudes, eso ya es un hecho-
-Entonces coméntame si cambiaste de opinión, no quiero perder mi tiempo-
-Ouch, golpe bajo Nixie-
-De acuerdo, nos vemos-dudé-cuando tu novia te deje hacerlo, por cierto te meterás en grandes problemas..
-No creo, Alissa no siente celos de ti-
-Mmm, ya veo porque- dije y mi corazón se derrumbó, necesite de todo mi autocontrol para no llorar-bye!
-Hey!! que pasa?-
-No, nada, recordé que tengo que...
-Irte?? ya lo dijiste, y puedes hacerlo-
-De..a..cu..er..do- 
Joseph sonrió, partiéndome el corazón de nuevo...
Antes que el pudiera hacer algo, sali corriendo del colegio hacia el metro, al estar sentada ahi recordé unas palabras
"Recuerda que se cuando mientes"
MALDITA SEA!! maldije en mi mente... y si lo sabe, no! no puede, NO!!!
Llegué  a casa y no había nadie, mis tíos habían salido de vacaciones, así que vivía por ahora sola.
Fui al baño y me encontré con la gran sorpresa de mi vida... comencé a desesperarme que había pasado? 
El baño estaba inundado, el aguda parecía salir de todas partes, no, era de el espejo.

Cerré la puerta, y empecé a contar, al llegar al numero 15 la abrí de nuevo, y todo era normal de nuevo.
No, todo no, en el espejo se escribía "No estas sola"
Y fue todo lo que soporté, fui a mi habitación en el segundo piso, y prendí el radio a todo volumen, me quedé dormida en instantes... Desperté por un ruido en el primer piso.
No, me lo estoy imaginando, me repetía una y otra vez, tomé un estilete de mi mesa de noche y bajé por las escaleras, todo parecía normal excepto por una de las puertas...
La puerta del baño estaba entreabierta, y una luz salía de allí.
Bien. Es una alucinación. Es un sueño. Sí, estoy soñando, una pesadilla.
La puerta se abrió, y una luz me cegó por completo.... y luego la oscuridad vino, todo desapareció, incluso el ángel que vi...
Desperté 5 horas más tarde

-Que diablos!!- susurró alguien.
-Auch-me quejé, me levanté del sillón de la sala y fui a la cocina que era el lugar de donde se escuchaban voces, una sola voz.. olvidé el estilete, como había llegado hasta aquí? 
Abrí la puerta, estaba oscuro todo pero había un líquido en el suelo, huellas de algún zapato, de inmediato miré los míos eran mucho más pequeños que los de la cocina que los vi a oscuras, la cocina esta a oscuras pero aquellas huellas parecían brillar, las seguí hasta que vi el objeto de su creación, mejor dicho al chico que las dejó, aquel líquido caía también de él, de inmediato prendí la luz, más preocupada de sus heridas antes de que un hombre desconocido entrara en mi casa, luego recobré la compostura mejor dicho hice algo tonto, salí de golpe de la cocina y fui al baño, las huellas venían de ahí, y el espejo estaba roto.

Tia Katlyn me mataría, las luces empezaron a parpadear y supe que no era algo bueno, fui de nuevo a la cocina de repente todo se apagó y no veía nada, caí de rodillas sobre el lumbral de la cocina, comencé a temer que fuera un ladrón, mi tía me haría pagar todo lo que se llevara.
Mierda! maldije, me levanté pero no vi el cuerpo de antes, sentí un escalofrío, mi cuello era muy sensible por eso sentí que alguien estaba detrás de mi, trague el nudo en mi garganta era enorme, no supe que hacer, lo sentía más y más cerca.
Me di la vuelta, y vi aquel color resplandeciendo, pero era tarde ya, me desmayé...

Abri mis ojos eran las 2 de la madrugada, y estaba en la mesa de la cocina, y me refiero a que estaba durmiendo en a mesa, me bajé de inmediato, error que me costó caro, mi cabeza dio vueltas y me tambaleé, una silla reemplazo el vació, y levanté mi mirada de la silla a quién la había puesto, era un joven a lo mucho tendría sus 17 recién cumplidos pero era más alto que...Joseph y mucho más lindo, aunque esa sonrisa burlona me decía que era más orgulloso e incluso más molesto que Joseph.
Me alejé de inmediato.
-Quien eres?- pregunté pero el se limitó a mover la cabeza,  -Tu o puedes hablar?? pregunté con más curiosida que miedo, movió la cabeza, oh! que triste, sentí pena por él...
-Tu, ...estas sangrando- me di cuenta-y fui por una toalla para secar sus heridas, sus ojos cambiaban de color que extraño, no los miré  al regresar , solo vi una botella en a mesa,.
-Tu quieres que te aplique esto??-señalé a la botella y el asintió.
Al aplicar la poción, lo vi estremecerse, quería ayudarlo, pero no sabía como, temía por él, que tonto.

Toqué su brazo pero retiré de inmediato mi mano, la electricidad que pasó no era mi imaginación porque él también se estremeció y más que cuando apliqué la poción, sus heridas se cicatrizaban rápido, y el liquido fluorescente era su sangre supuse.
-Que voy a hacer contigo?- pregunté, me miró con ojos juguetones y realizó una sonrisa sarcástica-
-No puedes quedarte, o solo hasta mañana, fui al refrigerador y saqué un vaso de jugo, se lo ofrecí y a cambio recibí una mirada de ¿quién te crees que soy?
-Ok, si no quieres es para mi- me lo tomé, y la verdad no sabía bien así que lo boté por la cañería. Me giré.
Él rodó sus ojos, y con la sonrisa más genial del mundo, una que ganaría todos los premios, desapareció, así como si nada, solté el vaso que se hizo trizas.
Vi manchas en el piso, era su sangre extraña, suspiré. En verdad estoy loca pensé.

Al recoger los vidrios me levanté y lo vi en la silla, era simplemente hermoso, que mal, pero era si, sus labios eran perfectos sus ojos deslumbrantes, su cabello un poco rizado y cafe claro, casi rubio era sinceramente lindo..me regañé a mi misma.

-Debes limpiar esto!- dije molesta-no puedes irte sin hacerlo, Yo no lo limpiaré!! ya estas bien...
Recibí una mirada de "estas loca" 
-Puedes ser un psicópata, o un ladrón, pero debes limpiarlo ya!! Porqué me miras asi??Se levantó y se dirigía hacia mi, pero no pudo vi que la herida más grande había sido en su abdomen que manaba sangre, y él se tambaleó, su camiseta no me había permitido ver la herida, corrí hasta él, derramando los vidrios del vaso de nuevo, lo ayudé a sentarse, no supe que hacer, le ofrecí una mirada a su estómago, y el asintió, asi que levanté la camiseta y wooow!!! era estúpido pensar en estas cosas ahora, pero no pude evitarlo tenía los músculos bien marcados. apliqué la poción ahi también.
-Bien supongo que no puedes, pero me lo debes-murmuré. Me miró con ojos penetrantes.
Yo desvié la mirada. -
Te agradecería que no me mires asi, - me  miraba con gesto burlón
Luego de un momento de silencio, suspiré y el me miró de nuevo. Ni siquiera lo vi, pero estaba de repente frente a mi, sus ojos eran negros y profundos, sentí caer en ellos.

Una alarma me despertó.
Hora de ir a clases, buen sueño el que me había cargado y encima de todo estaba agotada.
No había ni vasos rotos, ni espejos rotos, ni toallas manchadas de sangre extraña, ni nada, excepto un dije, hermoso que me recordaba al chico de mi sueño, era un zafiro.

Estoy loca-murmuré 

Al llegar al colegio, en la puerta de entrada estaba Joseph, 
Pasé a su lado sin saludarlo. Entré y me senté a la ventana. Las clases fueron normales.
Al terminar las clases esperaba siempre a que el grupo de los más populares se fueran, claro que no esperaba mucho apenas tocaba la sirena se iban, a veces antes.
Quería que Joseph se fuera antes de que yo saliera, este no fue el día.
Al salir de clase lo vi... en la puerta, como siempre no pude descifrar sus ojos.
-Me dirigí en dirección contraria, creí que no me vio porque estaba de espaldas.
-Kamith, espera- 
-No me llames asi-dije con una voz que no reconocí como la mía, y al parecer el tampoco lo hizo, porque retrocedió y luego lo ignoró.
-Lo siento-
-Sabes estaba pensando que lo siento, lo siento pero no puedo hacer el trabajo contigo.
-Pero...
-No, busca a  Chrystelle ella tiene una suspensión también al igual que tu inicia la próxima semana, asi que podrán trabajar juntos, bueno, solo eso, te veo mañana...
-Clarisse- tomó mi mano otra vez, intenté zafarla pero no pude..era muy fuerte
-Me haces daño-dije con voz neutral, viendo mi muñeca, mi piel se había aclarado, lo vi comparándola con la piel de Joseph, no era tan blanca pero era diferente, mi tia siempre me dijo que mamá tenía la piel como la leche y que de papá no sabía nada.-suéltame?- hice que sonara como una pregunta.
-Porque no puedes ayudarme? Chrystelle no lo hará y estoy seguro que tendré más problemas que si no lo hago.
-Lo siento pero no puedo-
-Esporque no me has perdonado cierto?
-Si lo he hecho, te lo dije ayer-
-No te creo-espetó-no te creo
Eso no debería doler, pero lo hizo, dolió lo suficiente como para tirar mi mano lejos de la de él.
-Púdrete-grité y corrí hacia las gradas, ya no había nadie, eran las 3 de la tarde.
Porqué no era más alta? Empezó a llover, y escuché a Joseph correr detrás de mi.
Hasta que obviamente me alcanzó.
-Qué haces?- preguntó.
-Quiero ir a casa, y que me sueltes, y que no vuelvas a hablarme-
-Lo sabía-murmuró- sabía que no me perdonarías, lo vi, -golpeó la pared detrás mío, no se como pero me había acorralado en sus brazos y no me sentía nada bien con él tan cerca.
-Pues que esperabas? que cuando me dijeras oh! Clarisse lo siento, pero he jugado contigo, y el juego terminó, sonríe a la cámara porque es la etapa final, la etapa en la que gano yo la apuesta. Gracias espero no haber arruinado todo pero te imaginabas que te amaba? eso si que ha sido una buena broma. ? CREES QUE PUEDO PERDONARTE?? ESTOY HERIDA, SABES CUANTO TIEMPO HA PASADO? - grité
-No fue exactamente lo que dije- susurró.
-CLARO QUE NO!!!- Grité, era más difícil que ayer contener las lágrimas-
-Lo siento...
-Un lo siento, no soluciona nada, un lo siento no me devolverá el corazón que tu rompiste, un lo siento no me hará sonreír de nuevo...
-Pero que quieres que me arrodille? y te pida perdón?
-No! quiero que me dejes en paz...eso es lo que quiero, 
-Tres mese
-Si, 3 meses desde que vivo en el infierno... No quiero odiarte Joseph-dije al poder descifrar por fin sus ojos eso que veía no me gustaba: HABÍA MUCHO DOLOR PERO HABÍA ALGO MÁS.-Lo siento., te prometo que si me das tiempo puedo perdonarte y puedo olvidarte, solo no te me acerques vale?
-Pero yo no puedo-
-Que?
-No quiero que lo hagas..
-Quieres que te odie? no te entiendo...
-No quiero que me odies, pero no quiero que me olvides-
-Yo...
-Puedo preguntarte algo?  Asentí.
-Tu.. me amas??
-Yo no!-dije al instante, -no ya no..
-Mentirosa- me acusó con rabia-
-Es la verdad-grité.
- Recuerda que se cuando mientes-bajé la mirada, 
-No te quiero, de verdad hay cosas que no sabes de mí, es mejor dejarlo así, yo ...olvida lo que te dije te ayudaré pero es lo ultimo que quiero, ya no más...
-De acuerdo- levantó sus brazos y se paró bien, era gracioso ver que se había tenido que agachar `para mirarme a los ojos.
-Estas loco-susurré.
-Y tu también-sonrió, pero la sonrisa era triste-Te llamé ayer pero no contestabas
-Aja, estuve cansada, en una cita-inventé
-Que? -gritó...
-Ajap! 
-No te creo...
-Pues yo tampoco-dije entre risas montando una escena para que me dejara en paz
-Eso es imposible- dio burlón.
Me molesté y lo empujé-
-Hey!! no quiero decir que no seas lo suficientemente linda-gritó detrás de mi
-Tonto!! entonces que quieres decir- dije al detenerme-
-Que no creo que me hayas olvidado-me detuveen seco-
-Eso fue lo que dije antes-
-Pero me quieres, lo se, porque lo he visto, lo veo en tus ojos-
-Eres patético-
-No, no lo soy, tu te engañas-
-No creo...-comencé a protestar, no llegué muy lejos porque el impacto de su piel con la mía me quemaba, sus labios eran como los recordaba, cálidos, y no pude evitarlo le respondí al beso, sus brazos me acercaron aún más, lo alejé de mí, con dolor-
-Lo ves? Aún me amas-
-Te mataré-lo amenacé-
-No creo que puedas-sonrió, y pasó su dedo por mi mejilla-limpiando las lágrimas que no me di cuenta que había brotado de mis ojos-
-No te engañes Clarisse-

Y me abrazó de nuevo, comencé a llorar como una niña, lo empujé pero no respondió...
-Perdóname-susurró y por su voz supe, supe que en verdad lo sentía, pero la pregunta era que sentía en verdad???