Aqui un pedacito
-¡No!- demandé alejando su mano de mi, era como negar el aire que me ayudaba a vivir. Vi su rostro triste y no supe que decir.
-Shh-murmuró acercándose a mi, colocó su mano sobre la mía, y sentí su calor, algo que nunca merecería, algo que nunca creería, no me di cuenta de las lagrimas que corrían por mi rostro sino hasta cuando su dedo las limpió. Me acerqué aún más, no yo no me acerqué ando andaba mal...
-¡Estas herida!- dijo él horrorizado, mientras sus brazos me sostenían tal y como siempre había soñado,bajé la mirada y pude observar lo que tanto miedo le daba, mi camiseta negra había difuminado bien, pero ahora parte de la camisa del él estaba de sangre, mi sangre, me sentía fatal, me sentía herida no solo físicamente, sino que me sentía rendida...
Comencé a respirar con dificultad, levanté mi rostro hacia él..
-No te dejaré- dijo leyendo mi rostro-no lo haré e nuevo
-Da igual...no im-por-ta, no habrá un des-pues-tartamudeé-no soy quien crees, no soy yo a quien a-mas no-soy-yo-la que quie-res sal-var-
-Eres tu, ya lo creo-gritó
-No, no, yo no soy ella, no soy-intenté separarme pero fallé, tomé aire y continué, por más difícil que fuera debía seguir-sabes, estoy feliz, feliz de haber sido útil por primera vez, ahora se cumplirá lo que más he deseado-tragué el nudo en la garganta.
-¿De qué hablas?-
-De ti, por fin pude hacerte fe-liz-
-¡No!- demandé alejando su mano de mi, era como negar el aire que me ayudaba a vivir. Vi su rostro triste y no supe que decir.
-Shh-murmuró acercándose a mi, colocó su mano sobre la mía, y sentí su calor, algo que nunca merecería, algo que nunca creería, no me di cuenta de las lagrimas que corrían por mi rostro sino hasta cuando su dedo las limpió. Me acerqué aún más, no yo no me acerqué ando andaba mal...
-¡Estas herida!- dijo él horrorizado, mientras sus brazos me sostenían tal y como siempre había soñado,bajé la mirada y pude observar lo que tanto miedo le daba, mi camiseta negra había difuminado bien, pero ahora parte de la camisa del él estaba de sangre, mi sangre, me sentía fatal, me sentía herida no solo físicamente, sino que me sentía rendida...
Comencé a respirar con dificultad, levanté mi rostro hacia él..
-No te dejaré- dijo leyendo mi rostro-no lo haré e nuevo
-Da igual...no im-por-ta, no habrá un des-pues-tartamudeé-no soy quien crees, no soy yo a quien a-mas no-soy-yo-la que quie-res sal-var-
-Eres tu, ya lo creo-gritó
-No, no, yo no soy ella, no soy-intenté separarme pero fallé, tomé aire y continué, por más difícil que fuera debía seguir-sabes, estoy feliz, feliz de haber sido útil por primera vez, ahora se cumplirá lo que más he deseado-tragué el nudo en la garganta.
-¿De qué hablas?-
-De ti, por fin pude hacerte fe-liz-