Salí de aquel lugar y me sentí mejor, mucho mejor para ser exacta, "respira, respira" me dije, no era como si se hubiese acabado el mundo, tal vez mi mundo si se hubiera acabado, los ojos se me empezaron a humedecer, "no vi nada" me repetía una y otra vez, de acuerdo, tal vez, vi algo, pero no quería aceptarlo ¿ok?
Dan corrió detrás de mi, lo sentí y supe lo que iba a pasar a continuación.
-Estas molesta- señaló con nerviosismo.
-¿De que hablas?- pregunté inocentemente.
-¿Desde cuando estas aqui?-
-Acabo de llegar- mentí tragándome todo el dolor que sentía, si quería que me creyera necesitaba inventar algo mucho más aceptable -me pareció ver a Elena salir de alli ¿porqué?-
-Por nada- sonó aliviado y me abrazó su cabello café oscuro había crecido desde cuando fuimos novios, era un poco rizado, y su piel almendrada dejaba notar unas cuantas pecas en su mejilla, pero en si era un chico muy guapo, y no dejaba de preguntarme porque había aceptado ser mi novio, mejor dicho cómo me lo había pedido, él podría tener a las chicas que quisiera, no debía malgastar su tiempo con alguien como yo, pero en realidad no lo había malgastado, eso me lo decía "esa escena" que vi, Elena y su hermana Raquel eran las chicas más lindas del barrio- ¿Anne?
-¿Si?- lo solté, creo que exageré con el abrazo.
-Porque tiemblas -
-Tengo frío- volví a mentir- creo que voy a casa , dime ¿que hacía Elena en tu departamento?-
-No tengo ni idea tal vez vino por Diego-
-Claro, ok Daniel nos vemos mañana, ¿de acuerdo?-
-Espera, ¿que ocurre?-
-Nada, estoy cansada es todo-esquivé su mirada
-Ok, nos vemos-
-Adiós- odiaba decir eso, lo odiaba en verdad, pero era necesario, Hoy era necesario.
Dan volvió a su departamento no sin antes darme un beso en la mejilla, Dan no era tonto, sabía que algo pasaba.
Salí del edificio comenzaba a llover y yo me sentía sola, de hecho mas sola que nunca.
Corrí de vuelta a casa hasta que vi una figura en la lluvia no como toda la gente que corria y buscaba un lugar para ocultarse de la lluvia sino que era un muchacho que parecía no estar preocupado de eso, sino que parecía que era la última de sus preocupaciones, parecía buscar a alguien, me replanteé ayudarlo o acercarme a preguntar, pero de nuevo mi timidez me lo impidió y lo dejé pasar, corrí directo a mi casa.
*****
Adam caminaba por una avenida desconocida para él, su tia había decidido llevarlos lejos de la ciudad donde vivían, después de la muerte de sus padres, estaba lloviendo pero no le importaba un cuerno, se había perdido y no había traido dinero para pedir un taxi o algo, la gente estaba como loca buscando lugares para evitar mojarse, se encogió de hombros y giró una esquina...
Y de repente ocurrió, todo cuanto tenía en frente desapareció y la vio de nuevo...
Lucy corría como los demás, corría de él, de repente él también empezó a correr.
*****
Sentí que alguien me seguía pero eso era imposible nadie vivía por aquí era un lugar muy lejano a la ciudad, miré hacia atrás, no había nadie, pero el bosque podía ocultar a cualquier persona, corría sin ver a donde me dirigía y viendo hacia otros lados excepto al frente mío, creía que cuando veías dibujos animados golpearse y salían estrellitas era algo exagerado pero la verdad es que fue exactamente lo que vi: estrellas,todas de color plateado y caí hacia atrás, lo se porque me dolía la espalda pero más la cabeza que se dio un fuertísimo golpe...
Esto estaba muy mal salí de casa sin avisar a nadie, y era un largo trecho, esto estaba más que mal, más que mal de todas las maneras posibles porque antes de caer vi dos figuras al frente mío..
-Maldita sea- me quejé luego de un buen tiempo, la cabeza me daba vueltas y estaba más que mareada, apoyé mi mano sobre el suelo para levantarme pero algo andaba más mal que antes, el suelo no era el típico suelo de un bosque: suave, con hojas y ramitas de los árboles, no, es que no estaba en el bosque, todo era oscuro y temí estar dormida o algo hasta que alguien tomó mi mano.
Pegué un grito de película, sacudí mi mano y corrí hacia… ningún lugar en especial porque no veía nada.
-Pero ¿Qué demonios haces?- la voz de un joven llegó hasta mí, de repente sentí su mano de nuevo, intenté sacudírmela pero era imposible, ahora me sostenía con fuerza hasta me hacía daño y estaba segura de que dejaría un moretón.
-¡¡Lucy!! Basta-
-Por favor, por favor- lloriqueé – no me haga daño-
-¿Pero de que hablas?-
-Por favor- llevé las manos a su pecho y lo pellisqué-
-Auu!- gritó él.
Aproveché mi oportunidad y corrí pero ahí estaba de nuevo, empecé a temer que no fuese una sola persona, lo golpeé en su entrepierna fallando claro, pero ¿donde rayos estaba la luz?.
-¿Quién anda ahí?- era la voz de Pablo, él era mi nuevo padre, en el orfanato solo teníamos una mujer regordeta que nos cuidaba, pero Pablo era más como un amigo.
-¡Pablo, Ayúdame!-
-¿Que ocurre? ¿Anne, donde estas?-
-Shsh, Lucy que haces?- preguntó el muchacho asustado, su voz era temblorosa.
-Si no me suelta, voy a gritar con todas mis fuerzas y tendrá que dar muchas explicaciones de lo que está haciendo- amenacé aunque sonó más como una súplica.-por favor- agregué, malditos modales de monja y ¿porqué aquí? Se suponía que eso quedaba en el pasado, había perdido a 3 familias desde las amenazas y toda esta tontería, ¡ahora no! No iba a perder a Pablo tampoco, era como un amigo, como el que me robaron cuando me separaron de Luke cuando teníamos 10 años, se lo llevaron, y desde entonces no he podido confiar en nadie como en él.
-Lucy de que hablas-
A la mierda, maldije.
-Maldita sea, no soy Lucy y porqué has apagado todo, ¿quién demonios te crees que eres?-
-Lo siento cariño- susurró en mi oído causando que se me erizara la piel- pero no entiendo por qué quieres que te suelte, si te he buscado todo este tiempo- su voz era muy triste que me entraron ganas de consolarle, pero era algo más que estúpido- y mírame- alzó mi barbilla, pero no pude ver nada, ¿qué ocurría?
-No veo nada- me desesperé- ¿madito que me hiciste?
-No, no, no-
-Ya lo creo, no, no- lloré- estoy ciega
-¡No! Estarás bien, lo prometo-
-¿Anne, estas ahí?-
Pablo me buscaba, de repente el muchacho (lo sabía x su voz) me dio un beso en la frente, y sostuvo mis manos con delicadeza, me abrazó y me soltó, me quedé donde estaba hasta que sentí una brizna, y luego nada de nada.
Estiré mi mano buscando algo, pero fue en vano, él había desparecido, en su lugar sentí unas manos ásperas cogerme, y abrazarme.
-Pablo, alago anda mal ¡No veo!-
-Si, me lo temía cuando te vi andar en círculos y casi chocar con todo lo que tenías en frente ¿qué ha pasado?-
Le conté todo hasta lo del golpe en la cabeza, luego le dije que estaba aquí, aunque la historia no concordaba, yo no caminé en círculos ni nada de eso, yo estuve aquí esperando al muchacho…
-Creo que te llevaremos al hospital-
-¡¡No!!-
-Pero…
-¡¡No!! Pablo, recuerda lo que te conté , si me encuentran no volverás a verme nunca y yo tendré algo asi como un infierno de vida, y no quiero eso, lo del orfanato me basta-
-Pero…
-Nada Pablo, nada, esperaremos a ver si mi ceguera es algo efímero o …
-O si sea algo peor- concluyó él.
-Es lo mejor por ahora- dije con una voz que no reconocí como la mía.
-Si es mejor asi- alguien habló detrás de nosotros, se escuchó un cuerpo al caer y no supe si era el visitante o Pablo...